lunes, 20 de agosto de 2007

Un cuento corto

Después de leer una extraña lectura de literatura fantástica
se me ocurrió escribir un pequeño cuento....


Él estaba aniquilado, mutilado, desierto, pero anesteciado por aquél amor.
La conoció de un momento a otro. Al mirarla por la ventana supo que era su medicina, la que le devolvería la vida. La siguió con la mirada. Todos los días a la misma hora, la veía pasar; con aquél vestido rojo que lo alucinaba y lo atraía a su ser, a su esencia. Parecía ser un especie de "deja vu", un momento que se repetía día a día, pero que día a día mejoraba su malestar, su humor.

A la tarde siguiente, todo cambió. Se acercó a la ventanilla, como toda 6 de la tarde, y vió a una chica de rojo, pero no parecía ser la misma.
Se veía bastante más avejestada, con un caminar mas pausado, que le recordaba a alguien: su madre. Era extraño ese recuerdo, pues no la veía hace tiempo.
Estaban distanciados, enojados. Ella era la raíz de su reiterativo malestar. Una "estúpida" discusión habia terminado con su típico diálogo desde hace 6 años. Todo esto le pareció tan raro, que decidió bajar.

Pero al momento de acercarse para tocarle el hombro, ella ya se había dado vuelta. Era cierto, era su madre, y lo único que hizo fue preguntar:
"¿Por qué no bajaste antes? Todos estos días pasando por aquí para que bajaras y se te olvidara tu rídiculo y estúpido rencor, y recién hoy, mi último día de vida, bajas a saludarme".

No pudo decir nada, pero su cara de asombro era mayor a cualquier palabra....

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